Un legado incalculable

Siempre que Johnny Cash subía a un escenario lo hacia vestido con un elegante traje negro. Acompañado de su guitarra acústica y su profunda voz, su mensaje se escuchaba en cada rincón del foro en el que se presentara y su música resonaba mas allá del tiempo y el espacio llegando a los rincones mas profundos del inconsciente colectivo. Era apodado por muchos como el “Hombre de negro” debido  a su elegante vestimenta del mismo color. En 1971 presentó a su público la canción con el mismo nombre.

La Vanderbilt University fue testigo de la primera vez que el cantante de country entonaba esta canción que contenía un mensaje de protesta en contra de los políticos corruptos, el encarcelamiento injusto y la terrible guerra de Vietnam. Al terminar de cantarla el publico aplaudió de pie y la leyenda del hombre de negro se propagó por todo el mundo.

La guitarra favorita de Cash era la Martin. A principios de 1970 le encargó a la compañía una guitarra modelo D-35 totalmente pintada de color negro. Aunque la marca no hacía este tipo de trabajo decidieron ceder a los deseos del músico de Arkansas. Johnny Cash no se separó de su Martin D-35 negra ni un segundo y se presentó en cientos de shows acompañada de esa belleza.